Una nueva técnica preserva la función neurovascular en prostatectomía radical

Una nueva técnica preserva la función neurovascular en prostatectomía radical

Una novedosa técnica intraoperatoria de mapeo neurofisiológico se ha convertido en un sólido apoyo a la cirugía del cáncer de próstata, uno de los tumores más prevalentes entre los varones. El objetivo de esta metodología, aunque selectiva, los equipos de Urología y Neurofisología Clínica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, es la de preservar la función neurovascular que suele verse comprometida en la prostatectomía radical y cuya afectación en el paciente se traduce en disfunción eréctil e incontinencia urinaria, secuelas de compleja resolución e incluso, a veces, irreversibles.

El cribado del cáncer de próstata, dirigido a hombres a partir de los 50 años, ha aumentado los diagnósticos y está permitiendo abordar la enfermedad en fases muy iniciales, cuando es potencialmente curable con cirugía u otras estrategias que son cada vez menos invasivas, pero no totalmente exentas de efectos secundarios pero que, mediante técnicas como la desarrollada por los profesionales del Ramón y Cajal, pueden mejorarse o resolverse, según los datos de la serie tratada, actualmente casi 40 pacientes, mediante laparoscopia 3D y publicados en el Journal of Clinical Neurophisiology.

Específica y selectiva

Javier Burgos Revilla, jefe del Servicio de Urología del Ramón y Cajal, considera que una de las ventajas de la cirugía es que extirpa el órgano donde se localiza el tumor, con lo que conceptualmente se elimina la enfermedad. “A largo plazo, ha demostrado ser la técnica más eficaz en cuanto a control oncológico en enfermedad localizada. Pero, en contrapartida, tiene un impacto en la calidad de vida del paciente, fundamentalmente, en dos áreas: en la continencia de la orina y en la potencia sexual”.

Los nervios que van hacia el esfínter urinario y la fibras nerviosas que se dirigen hacia el pene y que permiten la erección están pegadas a la cápsula prostática. El cirujano disecciona y extirpa la próstata, pero la intención curativa suele afectar a los márgenes de la pieza quirúrgica en los que también suelen ir envueltas fibras nerviosas que van tanto al pene como al esfínter urinario y cuya alteración produce disfunción eréctil e incontinencia urinaria postcirugía.

El mapeo intraoperatorio neurofisiológico guía al cirujano hacia zonas cuyo abordaje reduce secuelas de la cirugía: disfunción eréctil e incontinencia urinaria.

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