El 10 de marzo conmemoramos el Día Mundial del Riñón, por eso desde la Sociedad Panameña de Urología (SPU) hemos preparado este artículo con datos que ubican al país entre los primeros de Centroamérica con más incidencia de enfermedad renal crónica.
Durante la década de 1990, investigaciones médicas de diferentes naciones obtuvieron como resultado una dolencia grave cuyo origen no estaba claro y que afectaba a los trabajadores de actividades pesadas, como la agricultura, en Centroamérica.
La catalogaron como enfermedad renal crónica de causas no determinadas (ERCnt) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que entre 1997 y 2013 la insuficiencia renal dejó más de 60.000 muertos en Centroamérica, de los cuales el 41% tenía menos de 60 años.
Las tasas más elevadas de mortalidad por esta afección se registran en El Salvador y Nicaragua, pero también en Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá y algunas regiones del sureste de México.
Y además de no conocerse qué la origina, los médicos destacan un motivo de preocupación añadido: es una enfermedad “silenciosa”, según reseñó la BBC.
Las personas se dan cuenta que la padecen cuando llegan a una cita hospitalaria por problemas no renales, porque son pocos los que manifiestan síntomas. La mayoría dice que se siente muy bien. Así que, cuando se les detecta, suele ser demasiado tarde.
Datos de la ERC
La incidencia de la ERC en los países de la región como Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, y República Dominicana se encuentra entre 7.54 y 11.43%. Además, es la 12° causa de muerte a nivel global con un registro de 1.2 millones de fallecimientos en el mundo.
Según el estudio Global de Carga de Enfermedad, en el mundo alrededor de 697 millones de personas sufren de ERC, un dato que en los últimos 30 años aumentó en un 29% debido al envejecimiento de la población mundial, y al mismo tiempo de un control médico incorrecto, de acuerdo a datos recabados por Panamá 24 Horas.
La ERC se clasifica en estadíos del 1 al 4 para determinar su gravedad (siendo 4 el más grave), hoy sabemos que solo 10 de cada 100 pacientes adultos con estadío 3 (cuando ya existen síntomas claros) son diagnosticados, lo cual es relevante si se considera que este padecimiento pone en riesgo la vida de quien lo sufre.
Ante todo esto, es de suma relevancia que en este mes, y durante todo el año, desde las consultas médicas de nuestros especialistas en urología se haga un llamado a la población para crear conciencia sobre la importancia de la detección temprana, el impacto de la enfermedad en distintas áreas y la necesidad de una atención oportuna para el manejo de los factores de progresión e incluso en el manejo de los estadios iniciales de la enfermedad para evitar complicaciones.